La ginebra es una bebida cargada de historia que ha ido convirtiéndose en protagonista de muchos combinados más allá del clásico gintonic.
En nuestro empeño de convertirte en el mejor bartender, además de las recetas que ya hemos compartido hoy queremos presentarte a un clásico de la coctelería, una herramienta básica que no puede faltar en tu mueble-bar: la coctelera.
¿Quién no recuerda aquella escena de la película “Cocktel” en la que Tom Cruise y Bryan Brown se marcaban una coreografía al tiempo que agitaban sus cocteleras?
La coctelera o shaker sirve para preparar combinados y mezclas con todo tipo de ingredientes, acompañadas de hielo para poder enfriarlos. Generalmente son de acero inoxidable y se componen de tres partes: el vaso, la tapa y el tapón que funciona como colador.
Pero ¿sabías que existe más de un tipo?
Más allá de la coctelera clásica
Existen al menos 3 modelos que debes conocer y que son menos conocidos que la clásica coctelera:
Coctelera Boston – también llamada coctelera americana, está compuesta por una base de metal y un vaso de cristal. Este tipo de cocteleras son muy comunes en hostelería, y lo cierto es que su uso se reserva a los auténticos maestros en el manejo. Así que si estás buscando una coctelera con la que empezar a experimentar, quizás mejor que elijas otro modelo.
Coctelera Manhattan – ligeramente más grande que la anterior, este tipo de coctelera es de gran capacidad y por tanto permite preparar más de un cóctel a la vez. Este modelo incluye un colador o filtro que puede quitarse cuando sea necesario. Normalmente su capacidad está entorno a los 900 ml.
Coctelera Francesa – es el modelo más sencillo de todos y consta únicamente de dos partes: un vaso y una tapa. Es ligeramente menor que la Manhattan y suele tener una capacidad de más o menos 700 ml. Es la más sencilla de usar, pero al no contar con colador solo se podrán preparar combinados en los que se añadan los ingredientes y se mezclen directamente.