Galicia: tierra de marisco
Galicia, tierra mística donde las haya, ha sido siempre un referente de la gastronomía tanto a nivel nacional como a nivel internacional. Y si hay un producto por el que Galicia puede presumir y sacar pecho ese es el marisco de sus rías.
Mejillones, centollos, nécoras, navajas, percebes, ostras, etc… Galicia ha llenado desde siempre las mesas de producto de alta calidad que además ofrece un sinfín de posibilidades gastronómicas.
La culpa de la calidad del marisco Gallego la tienen sus rías, que ofrecen inmejorables condiciones para el marisco: las mejores del mundo, según opinión unánime de los biólogos internacionales y los expertos de la FAO.
A pesar de que su consumo viene dado ya desde la antigüedad, no es hasta épocas bastante recientes que hemos puesto este alimento en el lugar que se merece, y es que no hace mucho su consumo se relegaba a las villas marineras donde los mariscadores lo ofrecían puerta por puerta. Pero todo esto ha cambiado, y con el paso de los años el marisco se ha convertido en un manjar muy cotizado y la base de gran cantidad de platos de alta cocina.
La mano de Dios
La relación entre Galicia y el marisco es real y va más allá de la mera leyenda: su base es completamente científica y se ha estudiado con más fuerza si cabe en estos últimos años. La morfología de las rías, la ubicación y la temperatura del agua consiguen que el entorno único en todo el planeta.
No es casualidad que cuente la leyenda, que las rías gallegas se formaron al poner Dios la mano y dejar sus dedos marcados allí. Además de esto, todas las rías tienen una pequeña isla o trozo de tierra en su inicio que retiene el agua cargada de nutrientes que entra por los lados, y de esta forma el agua deja en mucha mayor proporción su riqueza esencial dentro, y retorna mucho más ligera al salir. Esto provoca que los mariscos bivalvos (mejillones, almejas, berberechos, ostras etc.) crezcan mucho más rápido y con una calidad insuperable.
¿Y qué pasa con los crustáceos como nécoras, cigalas o bogavantes? Pues que este entorno también ayuda a que crezcan mucho más rápido. Pero además, en su caso, y gracias a las características del agua, el plancton hace que estos mariscos tenga un color ligeramente más oscuro lo que les da el sello de calidad definitivo y confiere al marisco gallego un tono único y genuino.
Marisco y maridaje
Muchos han sido ya los grandes chefs que se han rendido al marisco gallego y lo han incluido en los menús de sus restaurantes sobre los que cuelgan una, dos o hasta tres Estrellas Michelín. Y es que el Rey de las rías Gallegas se ha ganado un sitio en la mesa, y además ha venido acompañado de cambios en la forma de ser consumido.
Estos cambios pasan no sólo por la elaboración, sino también por sus acompañantes. ¿Cuántas veces se ha dicho que el marisco se degusta solo con vino blanco? Las nuevas tendencias en cocina nos están enseñado que el vino no es el único buen amigo del marisco y que la ginebra ha llegado pisando fuerte.
Y es que la ginebra está de moda y en España hemos comenzado a experimentar con maridajes que antes parecían imposibles. Así, con pescados blancos o con mariscos como ostras, navajas o mejillones frescos la mejor combinación es un trago de ginebra sola con hielo, lo que permitirá disfrutar de todos los matices tanto de la comida como de la bebida, consiguiendo así una experiencia culinaria única.
En Vones ya estamos dándole vueltas al marisco que elegiremos para el menú de este fin de semana. ¿Y vosotros, cuál elegiríais para combinar con vuestro Gin-Vones?