El norte de la Península Ibérica es radicalmente distinto al resto de España. Un paraíso natural con infinidad de motivos para ser visitado. Naturaleza en estado puro, temperaturas suaves, gastronomía espectacular y lugares maravillosos donde perdernos.
Perderse en las playas del norte de España es una delicia para los sentidos, una experiencia intensa que nos otorga la posibilidad de practicar deportes como el surf o relajarnos con el ruido del mar de fondo y un paisaje paradisiaco rodeándonos.
Vones Gin os acerca algunas de las playas más espectaculares que podemos encontrar a lo largo del Cantábrico.
Playa de Torimbia, Llanes, Asturias
La Playa de Torimbia, en la localidad de Niembro (concejo de Llanes, Asturias), es una playa natural y extensa, de arena dorada y aguas cristalinas. Protegida por bellos acantilados, se encuentra rodeada de un espectacular y agreste paisaje, que debemos cruzar a pie para acceder a la playa, bien por una senda habilitada al efecto, o por caminos silvestres que desembocan en el arenal.
El idílico entorno en el que está integrada es considerado paisaje protegido, ya que la playa se encuentra dentro del “Paisaje Protegido de la Costa Oriental de Asturias”.
La zona de baño tiene una profundidad de un metro y medio aproximadamente, no existen desniveles bruscos y sus cristalinas aguas no presentan rocas ni algas. La escasa corriente le confiere una peligrosidad baja.
Playa de Laga, Vizcaya, País Vasco
En el corazón de la Biosfera de Urdaibai nos encontramos con una de las playas más bonitas del País Vasco. La Playa de Laga, en el municipio de Ibarrangelu (Vizcaya) es un lugar idílico, perfecto para la práctica de deportes acuáticos como el surf o para relajarse en su dorada arena, que se extiende durante 574 metros.
El cabo de Ogoño, de 279 metros de altura, se erige junto a la playa. Desde él numerosas personas se aventuran a la práctica de parapente, motivados por las fantásticas vistas que se disfrutan desde la altura.
Una playa con múltiples servicios, como alquiler de canoas, parking, chiringuito o merendero público.
Playa de la Arnía, Piélagos, Cantabria
La playa de la Arnía se sitúa en la costa cántabra, a 3 km de la localidad de Soto de la Marina. Es una playa salpicada de paredes rocosas que se adentran en el mar y desde donde podemos observar los vestigios, en forma de islotes, de lo que en otro tiempo fue la costa. Un espectáculo geológico que nos invita a relajarnos.
Un paisaje de cine, que cuenta con 220 metros de arena dorada y aguas limpias.
Playa de Doniños, Ferrol, Galicia
Pocas playas pueden presumir de ofrecer tanto como la playa de Doniños, en Ferrol. Situada en un rincón único de la naturaleza, este arenal cuenta con el distintivo de bandera azul. Para los amantes del surf es un paraíso, gracias a su vivo oleaje.
Podemos disfrutar de un tranquilo día de playa, paseando por su fina arena blanca a lo largo de sus 1.700 metros de extensión o adentrándonos hasta su laguna de agua dulce, sorteando las dunas que nos salen al paso.
Si queremos aventura, podemos practicar parapente, buceo, pesca, treking, montanbike, rapel, escalada o barranquismo.
Playa del silencio, Cudillero, Asturias
Junto a la villa pesquera de Cudillero, encontramos una de las playas vírgenes más bonitas de toda la costa cantábrica. La Playa del Silencio, que hace honor a su nombre por la tranquilidad que se respira en el ambiente.
Un entorno natural, con un mar de aguas cristalinas que riega la arena inmaculada, para el deleite de los usuarios que se animan a recorrer los escasos 500 metros, desde el punto de acceso, de camino escavado en el corazón de la naturaleza.
En las proximidades podemos perdernos en un pueblo de pescadores mágico. Cudillero, con las casas de diferentes colores escavadas en la ladera, cuenta con un puerto muy hermoso, donde degustar lo mejor de la gastronomía local.